La misma se generó en los lotes adquiridos a partir del fraccionamiento de varias quintas que existían en la zona.
En septiembre de 1954, la Municipalidad autorizó la rebaja de los derechos de construcción que le correspondían abonar a la comisión “Barrio Suboficiales de Marina Ituzaingó” por las 155 casas que se levantarían en la localidad, las mismas se construyeron a partir de préstamos del Banco Hipotecario.
Al principio se vivieron tiempos difíciles, de sacrificio, ya que eran pocas las comodidades y servicios. Oscar Minetti recuerda que “…en 1952, cuando llegué al barrio recién casado, había muy pocas casas, en mi manzana (Guastavino, Lacarra, Bernardez, W. Morris) la única era la mía. Había quintas de una hectárea. No había luz, la luz recién llegó en el año 1960. El agua se sacaba con bomba manual y la radio, era a batería. Íbamos a recargarla a Ituzaingó, nos alumbrábamos con sol de noche…”.
Diana Carralbal, que llegó al barrio en 1958, comenta que por aquel entonces “las calles eran de tierra, no había luz, ni teléfono y el agua la sacábamos de un molino que había en la puerta de mi casa, algunas casas tenían bomba manual para sacar el agua, y mis amigos y yo, recuerdo cobrábamos a los vecinos por llenarles el tanque.”
Fuente: Historia Morón